El terrier japonés es una raza enérgica, ágil y activa. Son alegres, cariñosos e inteligentes. No debe sorprenderse si se alegran de saltar sobre el regazo de su dueño para recibir atención y mimos.
Otro Nombre | Terrier de Japón, Nihon teria, Terrier Nipón |
Origen | Japón |
Altura | Machos 30-33 cm Hembras 27-30 cm |
Peso | Machos 4-6 kg Hembras 3-4 kg |
Pelo | Duro, corto |
Color | Blanco, negro o tricolor |
Esperanza de Vida | 10-13 años |
Clasificación FCI | Terriers |
Grupo | Perros guardianes, perros de caza |
Precio | $800-1200 |
El terrier japonés es una raza canina escasa incluso en su país de origen. Probablemente desciende de los elegantes Fox Terrier, que llegaron aquí con los marineros holandeses en el siglo XVIII y luego se cruzaron con perros japoneses locales. Inicialmente se criaba para cazar alimañas. La cría planificada comenzó en 1920, y en 1930 el terrier japonés fue aceptado en el Kennel Club japonés. La raza estuvo a punto de extinguirse durante la Segunda Guerra Mundial. Ahora se puede encontrar en pequeñas cantidades tanto dentro como fuera de Japón.
El terrier japonés es un perro resistente y robusto de pequeño tamaño. Una característica notable de la raza es la cabeza oscura contra el torso blanco. Un terrier japonés adulto alcanza los 33 centímetros a la cruz, y una hembra llega a los 25 centímetros a la cruz. Los machos pesan hasta seis kilos y las hembras hasta cuatro kilos. La raza tiene un pelaje corto y rígido. El color puede ser blanco, negro o tricolor.
El terrier japonés es una raza enérgica, ágil y activa. Son alegres, cariñosos e inteligentes. No debe sorprenderse si se alegran de saltar sobre el regazo de su dueño para recibir atención y mimos.
A los terriers japoneses no les gusta quedarse solos durante mucho tiempo. Por eso, si el dueño trabaja mucho, el perro sentirá nostalgia. Los terriers japoneses son muy fieles y leales a sus dueños.
Los perros de esta raza son más propensos al apego a una persona de la familia y pueden volverse excesivamente posesivos con una persona en particular. Ladrarán de forma irritable si su querido dueño les ignora.
Un entorno estresante o unos cuidados inadecuados pueden afectar negativamente a estos perros. Los Terriers japoneses desconfían de los extraños pero no son agresivos. En cambio, se ponen más alerta y desconfían del extraño.
El terrier japonés muda una vez al año. El perro tiene un pelaje corto y rígido. Por lo tanto, el terrier japonés requiere unos cuidados mínimos y no necesita ayuda profesional. Proteger las orejas del terrier japonés de las infecciones debe ser una prioridad. Afortunadamente, esto es muy fácil de hacer. Limpie las orejas con un paño húmedo o una solución limpiadora de vez en cuando. En cuanto a los dientes, se recomienda cepillarlos dos o tres veces por semana. Es importante tener mucho cuidado a la hora de elegir los productos adecuados para el aseo de su perro. Las uñas del terrier japonés deben recortarse con mucho cuidado porque es posible que se enganchen las terminaciones nerviosas.
Adiestrar a los terriers japoneses es relativamente fácil. El propietario debe comportarse con suavidad, confianza, constancia y firmeza. Además, hay que evitar la dureza, ya que los animales no responden positivamente al trato duro. A esta raza le encanta aprender y, sobre todo, realizar trucos y órdenes. El terrier japonés necesita socialización. El mejor momento para ello es la etapa de cachorro. Se ha observado que los terriers japoneses bien socializados son más fiables, confiados y felices.
El terrier japonés es propenso a estas enfermedades:
Los terriers japoneses necesitan entre media y una taza y media de comida seca. En lugar de una comida abundante, los propietarios deberían alimentar a sus mascotas dos veces al día.
Preferiblemente una por la mañana y otra por la noche. La cantidad de comida depende del tamaño, la edad, el metabolismo, el nivel de actividad y la salud del perro. El terrier japonés debe tener acceso constante a agua potable.