Los Sloughis vivían tradicionalmente cerca de las personas y servían como perros de guardia y de caza, por lo que no han perdido estas cualidades. El lebrel árabe es devoto de su familia y la ama con toda su alma. Está estrechamente relacionado con su familia, por lo que le resulta emocionalmente difícil soportar su larga marcha. Con los extraños, el perro no sólo es distante sino también agresivo. En la caza, el sabueso sirve fielmente a su amo y sigue todas sus instrucciones, lo que no ocurre en la vida cotidiana.
Otro Nombre | Lebrel bereber, Lebrel árabe |
Origen | Norte de África |
Altura | Machos 66-72 cm Hembras 61-68 cm |
Peso | Machos 66-72 kg Hembras 61-68 kg |
Pelo | Corto |
Color | Negro, tigre, marrón amarillento |
Esperanza de Vida | 12-16 años |
Clasificación FCI | Lebreles |
Grupo | Perros de caza, perros guardianes |
Precio | Desde $500 |
El Sloughi, también conocido como lebrel árabe, es famoso por su antigua historia. Desde tiempos inmemoriales, la raza Sloughi ha habitado en países del norte de África como Túnez, Argelia, Libia y Marruecos. En Túnez se han encontrado grabados en roca de perros con orejas caídas que parecen Sloughis. No se sabe exactamente cuándo aparecieron estas imágenes, pero se especula que entre el 5.000 y el 7.000 a.C. Un hallazgo para los arqueólogos en Egipto fue una momia de perros Sloughi encontrada en 1908. Los ancestros de los Sloughi eran los perros que habitaban en Oriente Medio.
Es justo suponer que los bereberes fueron los creadores de la raza Sloughi, pero los beduinos nómadas también tenían a estos perros en alta estima. Según la religión musulmana, el perro es un animal «impuro» y no puede convivir con los humanos bajo el mismo techo. Sin embargo, los Sloughis tenían un privilegio increíble. El general y escritor francés Melchior Doma visitó Argelia en 1835 y describió las salivas por primera vez. Dijo que las salivas se guardaban en tiendas beduinas con la gente. Los perros estaban adornados con oro y piedras preciosas y siempre estaban calientes y alimentados con la mejor carne. A veces las mujeres alimentaban a los cachorros con su leche materna. Los beduinos utilizaban a los Sloughis para cazar gacelas, zorros, cerdos salvajes y liebres. Debido a su desarrollado instinto territorial, podían clasificarse como perros guardianes.
La mica se introdujo en Europa en la segunda mitad del siglo XIX. En el siglo XX, las salivas aparecieron en Alemania y Holanda. La Segunda Guerra Mundial cobró la vida de muchas personas y perros, entre los que había salivas. Tras la prohibición de la caza, el lebrel árabe perdió su función principal. El perro se utilizó como guardián de los rebaños: ya no era necesario mantener la pureza de la raza. Como resultado, en la década de 1970 sólo quedaban 210 sabuesos de raza pura. Argelia y Marruecos tomaron medidas para limitar la exportación del Sloughi, formando allí una manada moderna. Aún hoy, el lebrel árabe sigue siendo un perro poco común en el mundo.
Los Sloughis se confunden a menudo con los perros Saluki. A primera vista, los Sloughis pueden parecer Salukis de pelo corto, pero se ha demostrado que genéticamente estos perros son diferentes. La elegancia del Sloughi es evidente en todo: en su forma de andar, en su mirada y en sus modales. El lebrel árabe es alto debido a sus largas extremidades. La gran velocidad de los salarios no depende de la masa muscular, sino de la extensión de las extremidades.
El lomo del perro es recto y su abdomen está fuertemente tenso. La piel es tan fina y tensa alrededor del cuerpo que a través de ella se puede ver el contorno de los fuertes músculos y de los robustos huesos. La cola del lebrel árabe es larga y nunca se eleva por encima del cuerpo cuando persigue a la presa, lo que garantiza una gran maniobrabilidad. La cabeza tiene forma de cuña y se estrecha hacia la nariz. Aunque el hocico del perro parece elegante, la mandíbula es bastante fuerte. Los ojos son oscuros, ligeramente tristes y melancólicos. Las orejas son largas, de inserción alta, de forma triangular, que cuelgan sueltas.
Los Sloughis vivían tradicionalmente cerca de las personas y servían como perros de guardia y de caza, por lo que no han perdido estas cualidades. El lebrel árabe es devoto de su familia y la ama con toda su alma. Está estrechamente relacionado con su familia, por lo que le resulta emocionalmente difícil soportar su larga marcha. Con los extraños, el perro no sólo es distante sino también agresivo. En la caza, el sabueso sirve fielmente a su amo y sigue todas sus instrucciones, lo que no ocurre en la vida cotidiana. El lebrel árabe prefiere la comodidad, pero sobrevivirá tranquilamente en las duras condiciones de calor. En compañía de pequeños animales domésticos, el Sloughi puede activar el instinto de acecho. El perro es paciente con los niños, pero se recomienda la supervisión para garantizar su interacción segura.
Los requisitos de aseo del lebrel árabe son extremadamente sencillos. No tendrá que preocuparse por el pelo de su perro durante mucho tiempo: límpielo con una toalla suave para eliminar el exceso de pelo. A juzgar por su pulcritud, a menudo se compara al Sloughi con un gato, ya que el propio perro es bastante bueno a la hora de mantener su aspecto aseado. La piel fina de Mica puede necesitar cuidados adicionales en forma de protector solar para perros. Los dientes del perro deben limpiarse de placa y sarro semanalmente con una pasta de dientes especial.
El lebrel árabe es muy inteligente y puede decidir por sí mismo cómo actuar. El Sloughi es testarudo e inflexible en el adiestramiento: deben respetar de verdad a su amo para obedecer. Los perros de esta raza son sensibles a las críticas, por lo que el dueño debe ser lo más paciente posible. El lebrel árabe es increíblemente aficionado a los ejercicios deportivos, por lo que debe proporcionarse, si es posible, ejercicios de este tipo.
Los Sloughis son perros muy sanos, pero hay algunas enfermedades que pueden aparecer en esta raza. Las enfermedades más comunes de la raza de perro Sloughi:
Los Sloughis no son el tipo de perro que come cualquier cosa que se le ponga en su cuenco. El perro necesita recibir proteínas animales a diario para mantenerse en forma. La dieta del lebrel árabe debe consistir en carne, subproductos, verduras, frutas, productos lácteos fermentados y huevos.