Debido a su intrepidez y carácter voluntarioso, el perro de montaña de Formosa se utiliza cada vez más como perro guardián en su país. La mayoría de los cinólogos afirman que el Formosus tiene una rápida reacción a los factores externos y lo recomiendan para la asistencia policial. El perro de montaña de Formosa es receloso y poco amable con todos los extraños. Esto demuestra una vez más su disposición al servicio del perro guardián.
Otro Nombre | Formosan, National Dog, Taiwan Dog, Takasago Dog, Taiwan Canis, Taiwanese Dog, Taiwanse Canis |
Origen | Taiwan |
Altura | Machos 48-53 cm Hembras 43-48 cm |
Peso | 12-18 kg |
Pelo | Corto |
Color | Negro, tigre, rojo, blanco, bicolor |
Esperanza de Vida | 10-13 años |
Clasificación FCI | Perros tipo spitz y tipo primitivo |
Grupo | Perros de protección, perros de caza |
Precio | La raza se considera exótica, y el precio de un cachorro suele ser negociable; es imposible determinar el coste medio |
Se cree que los ancestros del perro de montaña de Formosa son antiguos perros de caza que vivieron en el sudeste asiático hace unos 20.000 años. Los perros fueron traídos a la isla por tribus austronesias, que se asentaron en Taiwán y se dedicaron a la caza y la pesca. En aquella época, la raza se desarrolló de forma independiente; ningún ser humano interfirió en este proceso. Los perros de Taiwán se han vuelto casi salvajes, pero no han perdido la capacidad de adiestramiento. La raza tiene un número suficiente de nombres, todos ellos relacionados de algún modo con el lugar de origen. Lo más frecuente es que, en su tierra natal, los perros se llamen de forma abreviada. Se debe al nombre histórico colonial de la isla de Taiwán – Formosan.
Todo el periodo de formación de la raza fue muy difícil. Desde la década de 1890 hasta la de 1940, la raza estuvo a punto de extinguirse. Varios factores condujeron a ello: los colonizadores empezaron a cruzar los animales locales con los perros de caza, y las razas puras se podían contar con los dedos de la mano en aquella época. A principios del siglo XX, durante la ocupación de Taiwán por los militares japoneses, ocurrió básicamente lo mismo. Y durante la Segunda Guerra Mundial, los formosianos se cruzaron activamente con pastores alemanes para conseguir el perro ideal para vigilar sus puestos. Así, los verdaderos representantes del perro de montaña de Formosa desaparecieron. Para restaurar la población de la raza, estamos agradecidos a los biólogos de la Universidad de Taiwán, que han hecho un trabajo formidable. Durante muchos años, estudiaron las excavaciones y los dibujos de las murallas para entender cómo debería ser un Formosus de raza pura. Entonces pudieron encontrar unos 40 individuos que fueron reconocidos por los métodos de investigación genética como representantes del perro de montaña de Formosa. El estándar oficial de la raza fue reconocido por la Federación Cinológica Internacional ya en 2004, y entonces sólo de forma preliminar. El reconocimiento permanente de la raza se recibió en 2015. En los Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países que no son miembros de la FCI, el perro de montaña de Formosa no está reconocido.
El perro de montaña de Formosa es un perro pequeño y de forma cuadrada. De construcción armoniosa, la constitución es seca. La cabeza desde el frente parece triangular, cráneo ancho. El hocico es largo, se estrecha hacia la nariz pero no es puntiagudo. Las arrugas están ausentes. Una peculiaridad del Formosus se considera la lengua negra o manchada. Los ojos tienen forma de almendra (color: no se admiten ojos marrones oscuros, amarillos o pálidos). Las orejas son delgadas y afiladas, en apariencia a menudo comparadas con las orejas de un murciélago. El cuerpo es bastante musculoso. La espalda es fuerte y recta. El abdomen es tenso. La cola es alta, en forma de sable. El pelo es corto, de 1,5-3 cm de largo. El pelo es firme al tacto y se ajusta a la piel. Se aceptan los colores bicolores: combinaciones de blanco con negro, rojo o tigre.
Debido a su intrepidez y carácter voluntarioso, el perro de montaña de Formosa se utiliza cada vez más como perro guardián en su país. La mayoría de los cinólogos afirman que el Formosus tiene una rápida reacción a los factores externos y lo recomiendan para la asistencia policial. El Formosus es receloso y poco amable con todos los extraños. Esto demuestra una vez más su disposición al servicio del perro guardián. A menudo se le compara con un perro mestizo ordinario, precisamente porque, durante mucho tiempo, los formoseños no fueron domesticados por los humanos y llevaron la vida salvaje. No tienen miedo a los terrenos desconocidos, los bosques densos y los acantilados de las montañas. El perro de montaña de Formosa es leal y obediente sólo con su amo. Un extraño no le dejará acercarse. Con los niños no es agresivo, sino indiferente. Muy serio, todos los intentos de jugar tendrán una mirada irritada. Formoso es más adecuado para la vida en su casa en el área abierta. Le servirá como un valiente perro guardián y un fiel ayudante en la caza.
La muda estacional de los formoseños es bastante intensa. Se recomienda peinar al animal con regularidad, al menos una vez a la semana. Al perro de montaña de Formosa le desagrada mucho el agua y todo tipo de procedimientos acuáticos. Por lo tanto, no hay que torturar a la mascota, bañarla lo más sucia posible. Vigile el estado de los ojos y las orejas. Las garras suelen afilarse solas debido al estilo de vida activo del perro.
El perro de montaña de Formosa es un perro independiente con un carácter independiente. La propensión al adiestramiento es baja. Presionar a la mascota sólo puede empeorar las cosas entre vosotros. Si no está seguro de poder manejar la terquedad del formosano, recurra a la ayuda de un adiestrador experimentado. Es mejor hacerlo desde una edad temprana para que el perro no se vuelva completamente ingobernable.
Debido a su pasado «salvaje», los Formosas son resistentes a las enfermedades graves y tienen una fuerte inmunidad. Algunas enfermedades son características del perro de montaña de Formosa:
Las perros de montaña de Formosa son totalmente poco exigentes en lo que respecta a la comida. Desde la antigüedad, están acostumbrados a recibir su comida. En cualquier caso, una dieta equilibrada es necesaria para la buena salud y la formación normal de la mascota. Los veterinarios recomiendan alimentar al perro de montaña de Formosa con comida especializada, no con comida natural.