Hasta hoy, el Husky siberiano ha conservado su carácter tan original, que lo distingue claramente de los típicos perros familiares y domésticos. Sigue siendo un gran animal que necesita trabajo y compañía. Establece un estrecho vínculo con su dueño sólo si éste le ofrece la atención necesaria. Resulta ser un perro muy caritativo, proactivo y cariñoso cuando se le mantiene de acuerdo con su especie.
Otro Nombre | Siberian husky, Chukcha, Shusha, Keshia, Siberiano |
Origen | Rusia |
Altura | Machos 53-60 cm Hembras 51-56 cm |
Peso | Machos 20-27 kg Hembras 16-23 kg |
Pelo | Longitud media |
Color | Blanco, negro, gris o gris con blanco, negro con bronceado rojizo |
Esperanza de Vida | 12-15 años |
Clasificación FCI | Perros tipo spitz y tipo primitivo |
Grupo | Perros guardianes, perros para niños, perros de trineo |
Precio | $500-1000 |
Los antepasados del Husky del Norte fueron criados inicialmente en el noreste de Asia por los Chukchi y fueron criados como perros domésticos para sus familias y como perros de trineo de resistencia.
Como su nombre indica, el Husky siberiano procede de Siberia, donde se utilizaba como animal de trabajo hace unos 2.000 años. Debido al aislamiento de las tribus nómadas que utilizaban el Husky siberiano, la cría de la raza se mantuvo pura durante mucho tiempo. A principios del siglo XX, un comerciante ruso descubrió perros adoptivos y los llevó a Alaska. Las carreras de perros de trineo eran populares aquí, por lo que los recién llegados de Siberia pronto se hicieron muy populares. A pesar de sus excelentes rasgos de carácter y de siglos de cría pura, la raza no fue reconocida hasta 1930 en Estados Unidos y 1966 en Europa.
Los corredores siguen manteniendo manadas de siberianos en trineos por diversión y deporte en toda Norteamérica. Los devotos menos aventureros de la raza disfrutan de la compañía de este compañero sociable y apacible.
El Husky siberiano tiene un cuerpo compacto con un pelaje espeso, lo que indica su ascendencia nórdica. Tiene un andar suave, aparentemente sin esfuerzo, y las proporciones corporales equilibradas de esta notable raza reflejan fuerza, resistencia y velocidad.
Los Huskies siberianos tienen ojos almendrados y ligeramente inclinados. Pueden ser azules, marrones o mixtos. La expresión facial es astuta pero amistosa. Las orejas triangulares son de tamaño medio, de implantación alta y están muy juntas. Están perfectamente erguidas y tienen una buena pubescencia.
Los Huskies siberianos tienen un pelaje doble de longitud media que parece piel pero que no oculta las líneas del cuerpo. Los colores van desde el negro hasta el blanco puro, con una variedad de patrones de cabeza y a veces patrones inusuales.
Hasta hoy, el Husky siberiano ha conservado su carácter tan original, que lo distingue claramente de los típicos perros familiares y domésticos. Sigue siendo un gran animal que necesita trabajo y compañía. Establece un estrecho vínculo con su dueño sólo si éste le ofrece la atención necesaria. Resulta ser un perro muy caritativo, proactivo y cariñoso cuando se le mantiene de acuerdo con su especie.
El Husky siberiano tiene un deseo excepcionalmente fuerte de moverse y quiere correr mucho todos los días. El impulso desenfrenado y la independencia hacen que la vida del Husky siberiano sea difícil. También conviene vigilar constantemente su instinto innato de caza. Si es lo suficientemente ágil y a prueba de fugas, el Husky siberiano seguirá siendo un perro tranquilo y cariñoso que se lleva bien con los extraños y se adapta a cualquier situación nueva sin problemas.
Los Huskies siberianos se consideran una raza «natural». Son extraordinariamente autolimpiables y a menudo sólo necesitan unos pocos baños al año, a menos que participen en exposiciones caninas. El aseo semanal ayuda a mantener el pelaje, la piel y los dientes del husky en buenas condiciones. Los siberianos tienen un doble pelaje, una capa interna y una capa de pelo. El subpelo se elimina dos veces al año, y es importante peinar constantemente el pelo viejo con un cepillo y un peine metálico. Preste especial atención a la longitud de las uñas y manténgalas cortadas, para que no haya problemas con los pies.
Los huskies siberianos son perros activos y atléticos que necesitan hacer mucho ejercicio. Son una raza de trabajo y son felices cuando tienen alguna función. El ejercicio regular es importante tanto física como mentalmente, y hacer ejercicio juntos refuerza el vínculo entre el perro y su dueño. Los siberianos fueron criados para correr, y lo harán en cualquier oportunidad. Es muy importante llevar al perro con correa, con arnés o en un patio vallado en todo momento. Algunas de las actividades que los perros y los propietarios pueden disfrutar son el rally, la agilidad y la obediencia. Esta raza también es muy adaptable, y para los que viven en entornos más urbanos, los paseos o juegos diarios con los perros pueden ser un gran ejercicio.
Los Huskies siberianos son perros robustos que prácticamente no tienen predisposición a la enfermedad. Con un perro que tiene un sistema musculoesquelético eficiente y una buena condición física, es importante no sobreexigirlo, a pesar de su temperamento y especialmente durante la fase de crecimiento. Al comprar a un criador, asegúrese de que los ancestros del amigo de cuatro patas que quiere criar no tienen displasia de cadera y han sido examinados. Los Huskies siberianos son propensos a las dermatosis reactivas al zinc. El intestino no absorbe suficiente zinc de la alimentación normal, lo que provoca sobre todo problemas en la piel. En este caso, se necesita una dosis de zinc de por vida tras consultar con un veterinario.
Como ya se ha mencionado, los Huskies siberianos son muy atléticos y activos, por lo que deben ser alimentados en consecuencia. Los perros activos tienen unas necesidades energéticas superiores a las de otros perros. Además del nivel de actividad, hay otros factores que afectan a la nutrición de un perro. Por ejemplo, la edad, la salud y el tamaño desempeñan un papel importante y no deben ignorarse. Por regla general, la comida debe consistir en un 70% de carne, entre un 20 y un 30% de frutas y verduras, y un pequeño porcentaje de cereales. Los amigos de cuatro patas se alimentan principalmente con carne cruda. Una ventaja es que los componentes de la comida pueden adaptarse a las necesidades nutricionales del perro. Además, recuerde siempre ofrecer a su querida mascota abundante agua dulce.