Se podría suponer que el galgo español es hiperactivo, pero eso no es del todo cierto. El Galgo es un galgo típico: tranquilo y calmado en casa, siempre cariñoso con su familia. Si le das un largo paseo o una buena carrera, pasará felizmente el resto del tiempo tumbado en el sofá. Puede que le sorprenda porque el perro es enérgico y ágil al aire libre, pero en casa es comedido.
Otro Nombre | Lebrel Español, Spanish Greyhound |
Origen | España |
Altura | Machos 62-70 cm Hembras 60-68 cm |
Peso | Machos 25-30 kg Hembras 20-25 kg |
Pelo | Corto y grueso |
Color | Pele, negro, marrón claro, tigre |
Esperanza de Vida | 12-15 años |
Clasificación FCI | Lebreles |
Grupo | Perros de caza |
Precio | $400-500 |
El origen de la raza galgo español, también conocida como galgo español, se remonta a la historia. Un pariente lejano de estos perros es el galgo asiático. El galgo español fue traído a la Península Ibérica por la tribu celta Gallo en el siglo VI a.C. La raza recibe el nombre de los primeros propietarios de los perros. Los romanos continuaron el uso tradicional de estos perros de caza durante su reinado hasta el siglo V d.C. Más tarde, del siglo VIII al XV, el galgo español fue el favorito de los moros.
En la Edad Media en España, el galgo era muy apreciado por personas de todos los estratos jerárquicos de la sociedad. Al principio, el galgo español pertenecía sólo a la nobleza, pero más tarde se encontraban en los pueblos de provincias. Era una gran ventaja para los campesinos, ya que sólo la aristocracia podía tener un galgo en Inglaterra. En los siglos XVII y XVIII, el galgo español se exportó a Irlanda e Inglaterra, donde se dedicó a la caza y a la carrera de perros. Por su agudo olfato y su rápida velocidad, el galgo español se dedicaba a la caza de la liebre, el zorro y el cerdo.
Hoy en día, en España, el galgo se utiliza como «cazador deportivo» para obtener trofeos. Se crían en grandes cantidades para conseguir el perro más fuerte y rápido. Todos los que no se ajustan a los criterios necesarios o ya han cumplido su «misión» deportiva son destruidos. Y los españoles lo hacen con demasiada brutalidad: disparando, ahorcando, tirando por los acantilados. Se calcula que cada año se tiran a la calle o se matan entre 40.000 y 60.000 galgos. Algo impensable, ya que hace unos siglos estos perros eran venerados y respetados en su estado. Sin embargo, los voluntarios españoles están haciendo todo lo posible para detener este proceso.
El galgo español es un perro de tamaño medio, muy similar en apariencia al galgo, pero hay ciertas diferencias. El perro es bastante delgado, pero la capa de grasa subcutánea sigue estando presente, aunque no muy pronunciada. El pelaje es de color variado debido al gran número de cruces que ha habido históricamente.
Los hombros del perro son más bajos que el lomo, dando la impresión de que el perro tiene una joroba en la espalda. Las extremidades del galgo español son largas y delgadas, similares a las del gato, lo que permite al perro obtener excelentes resultados en la carrera. El hocico del perro es estrecho y afilado, sin una transición notable de la frente a la nariz. Los ojos tienen forma de almendra y son de color marrón. Las orejas son pequeñas, recogidas a lo largo del cuello.
Se podría suponer que el galgo español es hiperactivo, pero eso no es del todo cierto. El Galgo es un galgo típico: tranquilo y calmado en casa, siempre cariñoso con su familia. Si le das un largo paseo o una buena carrera, pasará felizmente el resto del tiempo tumbado en el sofá. Puede que le sorprenda porque el perro es enérgico y ágil al aire libre, pero en casa es comedido.
El galgo español ama a su familia: siente un gran afecto por sus dueños. Tiene una actitud positiva hacia los niños, aunque a veces puede sentirse estresado e irritado por el fuerte llanto y los movimientos bruscos del bebé. Los cachorros de galgo español pueden ser traviesos y maliciosos en casa: es probable que estropeen sus cosas. No hay que pegar a la mascota: hay que decirles inmediatamente «no» en tono amenazante. Si los cachorros son reprimidos y humillados desde una edad temprana, esto puede afectar negativamente al comportamiento futuro del perro. El galgo español puede ser tímido, por lo que la socialización debe iniciarse lo antes posible.
En cuanto al aseo, puede utilizar un cepillo para eliminar los pelos muertos. El cepillado diario es importante porque los galgos son propensos a la enfermedad periodontal a medida que envejecen. El perro debe ser bañado de vez en cuando o cuando sea necesario. Las patas son una zona problemática para el galgo español, por lo que la revisión entre las almohadillas y el recorte de las garras deben formar parte de la rutina.
El mejor lugar para vivir para el galgo español sería una casa privada con una gran superficie. Mantener un perro en un apartamento será difícil, sobre todo si no se realiza un adiestramiento especial con regularidad. La casa debe tener una valla alta porque los instintos de caza nunca fallan: el perro perseguirá a los gatos del vecino.
El adiestramiento del galgo español es difícil, dado que el perro debe primero acostumbrarse y respetar a su dueño. Si educa al galgo español utilizando la fuerza física, no obtendrá buenos resultados. Sólo conseguirá alejar al perro de usted. Por el contrario, es mejor animar al perro con golosinas; entonces, su mascota aprenderá de buen grado.
En general, el galgo español goza de buena salud. El perro puede sufrir lesiones musculares y en los dedos al correr. La enfermedad más común a la que es propensa la raza galgo español es el osteosarcoma o cáncer de huesos. El perro también es más susceptible a ciertos anestésicos que otras razas. Los galgos son propensos a la hipotermia debido a sus bajas reservas de grasa corporal.
La alimentación del galgo español debe ser equilibrada y rica en nutrientes. Al comprar alimentos secos, dar preferencia a los fabricantes de primera calidad. Al galgo le gustan los huesos, se le puede dar una vez a la semana, excepto los de pollo.