Lebrel Húngaro

Lebrel Húngaro

El lebrel húngaro es un perro inteligente y reservado que necesita socialización desde una edad temprana. Son leales pero no agresivos. El perro no se apresura a mostrar sus sentimientos cálidos: se mantiene cauteloso cuando trata con extraños. Los Magyars Agár siempre están dispuestos a defenderse en caso de peligro para su familia porque son excelentes perros guardianes. El lebrel húngaro está apegado a «su» gente. El perro siente una increíble nostalgia si está lejos de su amo durante mucho tiempo.

Información de la Raza

Otro NombreMagyar Agár
OrigenHungría
AlturaMachos 65-70 cm
Hembras 62-67 cm
Peso22-31 kg
PeloCorto, suave
ColorCualquiera
Esperanza de Vida12-14 años
Clasificación FCILebreles
GrupoPerros guardianes, perros de caza
Precio$300-500

Fotos de la Raza

Historia de Origen

El lebrel húngaro, también conocido como Magyar Agár, es una de las razas caninas más antiguas que habitan en Transilvania y el territorio de las tierras bajas del Danubio Medio. Durante unas excavaciones en los Cárpatos, los arqueólogos descubrieron cráneos de galgos húngaros. El estudio de los restos demostró que pertenecían a perros que vivían allí hace más de mil años.

Existen diversas hipótesis sobre el origen de los galgos húngaros. Sus primeros propietarios, los Magyar Agár, viajaban constantemente a caballo y les acompañaban en el camino sus fieles sabuesos. Los perros eran sometidos a constantes cruces en el camino, por lo que es casi imposible rastrear su punto de origen. Se supone que los agáricos magiares descendieron de galgos asiáticos en el siglo X. Los cazadores veneraban especialmente a los galgos húngaros por su infinita resistencia y su impresionante velocidad.

En aquella época, había dos variedades de galgos húngaros: el grande y el pequeño. El perro pequeño, o agar de granjero, se encontraba con los plebeyos. Se utilizaba como fiel guardián y cazador de animales pequeños, como liebres y zorros. Los Magyar Agár, propiedad de los nobles húngaros, eran mucho más grandes y estaban destinados a la caza mayor.

Para entonces, los perros campesinos más pequeños se habían extinguido por completo. Poco a poco, también desaparecieron las líneas de galgos húngaros de gran tamaño. Sin embargo, en el siglo XIX se tomaron medidas para proteger a los galgos húngaros: se cruzaron con galgos ingleses. El objetivo era recuperar la antigua gloria de los Magyars Agár y mejorar la velocidad de carrera y la resistencia de la raza. Sólo a mediados del siglo XX, el perro lebrel húngaro se hizo famoso no sólo en su propio país, sino también más allá de sus fronteras. Hoy en día, los Magyars Agár participan en carreras de distancia en toda Europa, pero también siguen siendo útiles en la caza deportiva.

Apariencia

El lebrel húngaro es un perro de tamaño medio. Externamente, el galgo húngaro no es macizo, pero el perro es fuerte y tiene un fuerte corsé muscular. Sus largas extremidades secas son lo suficientemente potentes como para desarrollar una gran velocidad. La cabeza tiene forma de cuña. La frente es ancha, muy definida, y el perro tiene una larga transición hacia la nariz. Las fosas nasales son grandes, capaces de absorber un gran flujo de aire durante el entrenamiento. Los ojos oscuros son de tamaño medio, y las orejas son grandes y gruesas. Cuando está tranquilo, las orejas parece que el perro está alerta.

El cuello del Magyar Agár es medianamente largo; desemboca en un pecho musculoso. El lomo es fuerte y recto, la cola es larga, curvada hacia fuera. El pelaje es denso, corto, y el patrón del manto se presenta en varios colores, desde el monocromo hasta el tigre. A pesar de su físico atlético, la marcha del Magyar Agár es elegante; le caracterizan los pasos largos y envolventes.

Personaje

El lebrel húngaro es un perro inteligente y reservado que necesita socialización desde una edad temprana. Son leales pero no agresivos. El perro no se apresura a mostrar sus sentimientos cálidos: se mantiene cauteloso cuando trata con extraños. Los Magyars Agár siempre están dispuestos a defenderse en caso de peligro para su familia porque son excelentes perros guardianes. El lebrel húngaro está apegado a «su» gente. El perro siente una increíble nostalgia si está lejos de su amo durante mucho tiempo. A este amigo de cuatro patas le encanta bañarse en atenciones y él mismo estará dispuesto a compartir su amor con toda la familia. El galgo húngaro es un verdadero perro de compañía.

El lebrel húngaro es extremadamente obediente en casa, pero en la caza es un jugador, lo que debe tenerse en cuenta en los paseos. Al fin y al cabo, nunca se sabe si el Magyar Agár aceptará a otro animal como amigo o como presa potencial. Es apto para convivir con un gato bajo el mismo techo, pero el perro debe crecer con él desde la infancia. Trata a los niños de forma amistosa, aunque a veces experimenta excitación cuando interactúa con jóvenes inquietos.

Cuidado

Se puede utilizar un cepillo suave para acicalar el pelaje corto de un Magyar Agár. Este procedimiento debe realizarse al menos una vez a la semana. Además, es necesario limpiar al perro con un paño húmedo para que el pelaje tenga un aspecto brillante. La muda se produce en primavera y verano. No es necesario bañar al perro con frecuencia.

Es adecuado para la vida en una casa de campo y en un apartamento, pero hay que tener en cuenta el pasado histórico del Magyar Agár. El lebrel húngaro es aficionado a las carreras de fondo, por lo que hay que proporcionarle al menos una hora de tiempo activo.

Formación

El lebrel húngaro no es adecuado para un propietario que nunca haya tratado con galgos o con la caza. El perro tiene un carácter voluntario: no obedecerá las órdenes sin un adiestramiento especial. Los cachorros deben ser adiestrados lo antes posible para desarrollar la habilidad de obedecer a su amo. El Magyar Agár es fácil de adiestrar debido a su inteligencia, especialmente con las técnicas de motivación adecuadas. El adiestramiento de fuerza debe combinarse con actividades con juguetes interactivos y rompecabezas.

Enfermedades Comunes

El Magyar Agár vive relativamente más tiempo que sus parientes galgos: unos 12-14 años. Hay muchas enfermedades a las que el perro es propenso:

  • atrofia progresiva de la retina;
  • hipotiroidismo;
  • epilepsia.

Nutrición

La dieta del Magyar Agár debe incluir necesariamente proteínas animales: son el elemento plástico para mantener un físico atlético. Para un crecimiento y desarrollo normales, el perro necesita un aporte de micronutrientes y vitaminas. Es mejor elegir alimentos para perros que tengan un contenido suficiente de estas sustancias.