El gato de Anatolia es una mascota inteligente, activa y curiosa. Está muy unido a su dueño y puede pasar todo el tiempo con él. Los representantes de la raza tienen una inteligencia notable. Si necesitan algo, se lo indicarán con sonidos y gestos. Los gatos también tienen sentido del ritmo y perciben bien la música, y pueden moverse al compás.
Origen | Turquía |
Tamaño | 23-28 cm |
Peso | Machos 6-7 kg Hembras 4-5 kg |
Tipo de Piel | Pelo corto |
Color | Gris, blanco, azul, negro, jengibre, carey |
Estilo de Vida | Al aire libre, en el interior |
Esperanza de Vida | 15-17 años |
Clasificación FIFe | – |
Clasificación WCF | Grupo 3: «Pelo corto» Designación de la raza – ANA |
Clasificación TICA | – |
Grupo | Gatos de pelo corto, gatos para niños |
Precio | Sin información |
El gato de Anatolia apareció por primera vez en las tierras altas de Armenia hace más de 1.000 años. Era salvaje hasta que los habitantes de la región de Anatolia lo domesticaron. De ahí el nombre de la raza. El gato de Anatolia se confunde a menudo con el Van turco. Ambas razas son originarias de una zona cercana al lago Van y tienen un parecido exterior.
A pesar de su historia milenaria, el gato no se hizo mundialmente famoso hasta principios de los años 90. En ese momento, tres razas turcas se presentaron en una exposición en Alemania. El Anatoliano fue el que recibió el mayor reconocimiento del público. Pero hasta principios del siglo XXI, seguía considerándose una variedad del Van turco. Sólo en el año 2000 fue reconocida oficialmente como una raza independiente.
La raza se caracteriza por el dimorfismo; es decir, los gatos son notablemente más grandes que las gatas. Ambos tienen un cuerpo de longitud media; la parte delantera es más ancha que la pelvis. El cuello de la mascota es macizo. La cabeza es de tamaño medio, triangular. La barbilla y los pómulos están bien definidos. Las orejas son grandes, de inserción alta. Los ojos son grandes, inclinados y pueden ser de diferentes colores.
Las extremidades del gato son proporcionales al cuerpo; no son largas, las patas son poderosas. La cola es de longitud media, caída hacia abajo. El pelaje del gato de Anatolia no tiene subpelo, es corto y suave. El color puede ser diferente: blanco, gris, rojo, negro, azul, carey.
El gato de Anatolia es una mascota inteligente, activa y curiosa. Está muy unido a su dueño y puede pasar todo el tiempo con él. Los representantes de la raza tienen una inteligencia notable. Si necesitan algo, se lo indicarán con sonidos y gestos. Los gatos también tienen sentido del ritmo y perciben bien la música, y pueden moverse al compás.
Se llevan bien con los niños, no les importa jugar y retozar con ellos. Los extraños son bastante normales. El gato de Anatolia encuentra fácilmente un terreno común con otros animales. A excepción de eso, los animales pequeños, como los pájaros y los roedores, pueden ser percibidos como presas.
Se puede tener un gato tanto en un apartamento como en una casa con parcela. Esta última opción será incluso una ventaja. Al fin y al cabo, a la mascota le encanta pasear al aire libre; su naturaleza salvaje lo hace sentir. Para evitar que la cola se meta en problemas durante el paseo, utilice el arnés y la correa.
En cuanto al cuidado del pelo, el gato de Anatolia no es exigente. El pelo corto y suave es suficiente para peinarlo una vez cada dos semanas. A la mascota le gustan los procedimientos acuáticos, pero no se recomienda lavarla a menudo. No se olvide de cortar las uñas cada dos semanas, y compre un poste de rascado para gatos. Mantendrá sus muebles intactos. Asegúrese de comprarle a su mascota una caja de arena y de cambiarla regularmente.
Gracias a su agudeza mental y a su obediencia, el gato es fácil de educar. Se acostumbra rápidamente a la caja de arena y entiende perfectamente a su dueño. La raza se presta bien al adiestramiento. Si se le dedica tiempo, se le pueden enseñar rápidamente las órdenes básicas y los trucos. Lo principal en el proceso de adiestramiento es apoyar y motivar con golosinas. No ejerza presión moral sobre la mascota; deje que lo perciba como un juego. Con el tiempo, podrá enseñar al gato a reconocer objetos y a beneficiarse a sí mismo. Por ejemplo, un gato anatoliano puede ir a buscar las zapatillas de su dueño o el mando de la televisión.
La raza criada de forma natural no es propensa a las enfermedades genéticas. Sin embargo, al igual que el resto de los gatos, el anatoliano es propenso a las siguientes enfermedades:
Desparasite a su gato mensualmente y aplíquele un champú antipulgas. Limpie la placa de los dientes de su gato al menos tres veces por semana. Así evitará enfermedades dentales. Una vez cada seis meses, debe llevar a su perro al veterinario y vacunarlo de forma rutinaria.
A pesar de su excelente apetito, el gato de Anatolia no es propenso a la obesidad. Los especialistas recomiendan alimentar al gato con comida seca. Es rápido y útil porque incluye las vitaminas y minerales necesarios. El alimento también es bastante bueno para hacer frente a la placa.
En cuanto a la alimentación natural, al gato le gusta la carne cruda. Sin embargo, es mejor hervirla igualmente. La base de la dieta es idealmente la carne magra y los subproductos. La ternera y el pollo son adecuados según este criterio. Los huevos, el pescado de agua salada y los cereales tampoco están de más. El gato también puede recibir productos lácteos: requesón, crema agria, kéfir. No hay que olvidarse de las frutas, verduras y hierbas. Contienen vitaminas y minerales y son muy útiles para el organismo de la mascota.